El Peugeot 2008 acaba de ser calificado con una sola estrella por Latin NCAP bajo el protocolo vigente desde 2020. Sí, una estrella. Y no es un modelo de entrada. Es un SUV compacto moderno, con diseño atractivo y aspiraciones premium.
¿El problema? El equipamiento de seguridad en América Latina sigue estando lejos del que reciben los mismos autos en Europa. Y esta vez, el responsable directo es el Grupo Stellantis.
🚨 Una estrella que dice más que mil slogans
El 2008, fabricado en Argentina y también en Europa para nuestro mercado, fue evaluado en varias pruebas clave: choque frontal, impacto lateral, latigazo cervical, protección a peatones y asistencia electrónica. Resultado: estructura frontal inestable, ausencia de airbags de cortina, protección deficiente para un niño de 1 año y medio, y una prueba de impacto lateral de poste calificada con cero puntos por no contar con protección lateral para la cabeza.
Aunque el modelo incluye 4 airbags y control de estabilidad de serie, Latin NCAP fue contundente: “no alcanza el mínimo requerido para que las asistencias de conducción (ADAS) puedan ser evaluadas”.
Lo más grave: la versión con mayor equipamiento de seguridad sí existe, pero solo se ofrece en variantes más caras. Y Peugeot ni siquiera solicitó que Latin NCAP pruebe esas versiones opcionales. ¿Por qué? Porque lo que realmente importa es vender más barato, no salvar vidas.
📉 Stellantis: 9 modelos evaluados, 0 con más de dos estrellas
El caso del 2008 no es aislado. Hasta hoy, ninguno de los 9 modelos del Grupo Stellantis evaluados por Latin NCAP bajo el nuevo protocolo ha logrado más de dos estrellas. La evidencia es clara: hay una estrategia sistemática de bajar costos sacrificando seguridad en nuestra región.
Mientras en Europa se exige protección avanzada para peatones, frenado automático de emergencia y sistemas completos de bolsas de aire, en América Latina nos venden una versión recortada, como si nuestras vidas valieran menos.
Alejandro Furas, secretario general de Latin NCAP, lo dice sin rodeos: “Es preocupante ver que fabricantes líderes como Stellantis sigan ofreciendo modelos con tan bajo rendimiento, como si las vidas en América Latina y el Caribe no importaran tanto como las de Europa”.
🤝 Competidores que sí pueden
El Peugeot 2008 compite con modelos como el Volkswagen T-Cross y el Nissan Kicks, que han obtenido cinco estrellas. Incluso versiones del Hyundai Creta o el Kicks Play superan ampliamente su desempeño en seguridad activa y pasiva.
Entonces no, no es un tema técnico, como lo aclara Stephan Brodziak, presidente de Latin NCAP: “Es una decisión empresarial que prioriza reducir costos a expensas de vidas humanas”.
🧠 Lo que el consumidor no ve (pero debería saber)
¿Sabías que el Peugeot 2008 vendido en Europa tiene airbags de cortina, asistencias avanzadas y frenado automático de serie? En América Latina, te los venden como lujo opcional, aunque sean elementos básicos de seguridad.
¿Y sabías que el test de impacto lateral contra poste no se hizo porque la versión básica no tiene protección lateral para la cabeza, ni siquiera para el conductor?
¿Y que ni siquiera puedes desactivar el airbag del copiloto para poner una silla infantil a contramarcha, salvo que compres la versión más cara?
📢 ¿Qué se necesita? Más presión, más transparencia y menos indiferencia
Es hora de que los consumidores latinoamericanos exijan lo que ya es norma en otras regiones: etiquetado obligatorio de seguridad, como el que existe para electrodomésticos o alimentos. Queremos saber si el auto que nos venden protege a nuestros hijos o no. Y queremos dejar de pagar con vidas lo que las marcas se ahorran en sus cadenas de producción.
La calificación de una estrella para el Peugeot 2008 no es solo un golpe a Stellantis. Es un llamado de atención para toda la industria y para los gobiernos que siguen tolerando estándares desiguales. Si en Europa no se permitiría vender este mismo modelo con tan bajo nivel de seguridad, ¿por qué deberíamos aceptarlo nosotros?
La seguridad no puede ser opcional, ni una promesa en el catálogo. Tiene que ser un compromiso real con los usuarios. Porque no se trata de una estrella. Se trata de vidas.