Toyota Motor Corporation anunció que invertirá hasta 10 mil millones de dólares adicionales en sus operaciones en Estados Unidos durante los próximos cinco años, reforzando su apuesta por la electrificación y la fabricación local.
Una inversión que eleva el compromiso a casi US$ 60 mil millones
Con este anuncio, la inversión acumulada de Toyota en Estados Unidos desde que inició operaciones en ese mercado hace casi 70 años se acercará a los 60 mil millones de dólares. La nueva inyección de capital se orienta a ampliar la capacidad de manufactura, acelerar proyectos de movilidad del futuro y fortalecer la red de proveedores y empleo en distintos estados.
El anuncio coincide con la puesta en marcha de su primera planta de baterías en territorio estadounidense, ubicada en Liberty, Carolina del Norte, una instalación valorada en cerca de 14 mil millones de dólares que será el epicentro de la producción de baterías de ion-litio para su portafolio de vehículos electrificados. Esta planta, con capacidad de producir hasta 30 GWh anuales cuando esté a plena operación, creará hasta 5,100 nuevos puestos de trabajo.
Fuerte impulso a híbridos y electrificados
Dentro de este plan, Toyota Motor North America anunció una inversión específica de 912 millones de dólares en cinco plantas estadounidenses dedicadas a la producción de vehículos y componentes híbridos. Las instalaciones de West Virginia, Kentucky, Mississippi, Tennessee y Missouri recibirán estos recursos para aumentar capacidad, incorporar nuevas líneas y sumar 252 empleos, incluyendo la fabricación del primer Corolla híbrido producido en Estados Unidos.
La estrategia se alinea con el enfoque “multipath” de Toyota, que combina híbridos (HEV), híbridos enchufables (PHEV) y eléctricos de batería (BEV) para responder a la demanda real del mercado. Actualmente, los vehículos electrificados representan cerca de la mitad de las ventas de Toyota en EE. UU., lo que justifica una expansión gradual pero sostenida de su infraestructura industrial en la región.
Impacto en empleo y cadena de suministro en EE. UU.
El paquete de hasta 10 mil millones de dólares se traducirá en más capacidad productiva, nuevos puestos de trabajo y una cadena de suministro más integrada para la producción de baterías y vehículos electrificados en Norteamérica. Toyota enfatiza que su filosofía es “construir donde vende”, por lo que el fortalecimiento de sus plantas locales busca responder a la creciente demanda de modelos híbridos y electrificados en el mercado estadounidense.
Al mismo tiempo, el desarrollo de proveedores asociados a la nueva planta de baterías en Carolina del Norte y a las fábricas de vehículos en otros estados generará un efecto multiplicador en economías regionales, con inversiones adicionales en componentes, logística y servicios vinculados.
Una apuesta por la transición ordenada hacia la movilidad del futuro
Toyota enmarca este anuncio en una visión de transición ordenada hacia la movilidad cero emisiones, priorizando tecnologías que hoy tienen alta aceptación, como los híbridos, mientras prepara el terreno para una mayor adopción de autos 100% eléctricos. La combinación de una gran planta de baterías, la expansión de la capacidad de producción de híbridos y el plan de inversión a cinco años muestra una estrategia de largo plazo que busca equilibrar sostenibilidad, accesibilidad y viabilidad industrial.