Renault ha revelado su última innovación: el Renault Emblème, un concepto de SUV coupé que representa el futuro de la movilidad sostenible. Este vehículo, diseñado para 2030, combina elegancia, tecnología avanzada y un sistema de propulsión de hidrógeno que promete reducir un 90% de las emisiones de carbono a lo largo de su vida útil en comparación con el Renault Captur actual.
Con un solo motor eléctrico montado en el eje trasero, el Renault Emblème genera una potencia de 215 CV, lo que lo convierte en un SUV potente y ágil. Además, su peso total es de 1750 kg, aproximadamente 100 kg más liviano que el Renault Scenic, gracias al uso de materiales ligeros y un diseño optimizado.
Diseño Aerodinámico y Tecnología F1
El Emblème no es solo un vehículo eficiente; también está diseñado para ofrecer un rendimiento aerodinámico superior. Renault ha colaborado con el equipo Alpine de Fórmula 1 para crear una carrocería optimizada que reduce la resistencia al aire. Un detalle innovador es la sustitución de los espejos laterales por cámaras integradas en las alas, lo que reduce aún más el arrastre. Además, el fondo del coche es completamente plano y cuenta con un difusor activo, lo que ayuda a conseguir un coeficiente aerodinámico de solo 0.25, mejor que el del Renault Megane, que tiene un coeficiente de 0.29.

Tecnología de Hidrógeno de Vanguardia
El Renault Emblème utiliza una tecnología de celda de combustible de hidrógeno combinada con una batería de níquel-manganeso-cobalto (NMC) de 30kW. A diferencia de otros modelos de hidrógeno, como el Toyota Mirai y el Hyundai Nexo, que cuentan con baterías pequeñas de menos de 2 kWh, el Emblème está diseñado para minimizar el uso de la celda de combustible. En entornos urbanos, la batería es la protagonista, mientras que el hidrógeno se utiliza para recargar las reservas cuando es necesario, lo que extiende la autonomía del vehículo en viajes largos.

Alcance Impresionante y Eficiencia Energética
Con una capacidad de 2.8 kg de hidrógeno, el Renault Emblème es capaz de recorrer hasta 1000 km (621 millas) con solo dos paradas de cinco minutos para recargar su tanque. Esto lo convierte en una alternativa viable a los vehículos de combustión interna (ICE), ofreciendo tiempos de viaje comparables en trayectos largos. Renault afirma que, en un recorrido típico de larga distancia, como de París a Marsella, aproximadamente el 75% de la electricidad utilizada provendría del hidrógeno.